De técnico avanzado a jefecillo avisador

Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem

jefecilloUn líder sabe qué se debe hacer. Un administrador sólo sabe cómo hacerlo. Colin Powell

Todos los días Oliverio Garcia, técnico de altos vuelos con un sueldo breve pero con un gran espíritu de superación, veía como otros compañeros, con menos antigüedad que él, prosperaban.

Así, en los últimos cuatro años había visto muy de cerca al menos ocho ascensos distintos: cuatro en personas con menos antigüedad que él; probablemente otros dos en alguien que no había demostrado nada y de los otros dos no quería ni acordarse.

– Felicitadme –dijo esa mañana al acercarse a la máquina donde estábamos tomando café-, la Dirección me ha hecho el encargo de liderar al nuevo equipo que se va a crear.

–  ¿Líder? –le pregunto sin ningún otro interés que la curiosidad.

–   Sí, tal como lo oyes.

No es que quiera quitarle la ilusión. He conocido situaciones parecidas en las que todo empezaba con mucha alegría y acaba de forma no tan alegre.

–  Por tu cara observo que no ves del todo claro mi nombramiento –dice dirigiéndose a mi- ¿Hay algo que deba saber y desconozco?

– Disculpa –respondo-. Probablemente sea porque me falta información. ¿Me permites que te haga una pregunta al respecto?

–  Y tanto! Dispara.

Tengo varias preguntas, pero no quiero que mi modo de preguntar invalide lo preguntado. Me ha pasado alguna vez. No obstante, me decido a empezar por lo más básico.

–  ¿Es oficial ese encargo? Quiero decir si las personas del nuevo equipo lo saben.

– No. La Dirección me ha dicho que no es oficial todavía. Tenemos que esperar hasta que se apruebe el nuevo organigrama.

– ¡Ah!

–  ¿Ves algo raro en ello?

–  Raro, raro, no. ¿Puedo seguirte preguntando?

–   Adelante

–  ¿Te han dicho algo sobre qué hacer cuando alguno de los miembros del nuevo equipo no cumpla con su cometido o bien lo supere con creces?

– Sí, algo me dijeron. Creo que en cualquiera de los casos debería comentárselo al jefe de departamento y que será él quien actuaría en consecuencia.

Parecía contento con su nuevo encargo, que no cargo. Ahora ya estaba en la lista de los que prosperaban en la organización y esto se reflejaba en su cara satisfecha.

–  Ya era hora de que la Dirección se diera cuenta de mis méritos y valía –aseveró.

Él, allí, solo y sin más poder que su capacidad de ir a decirle al Director lo que la gente hace o deja de hacer. No sé si darle un abrazo por lo desprotegido que está en su nuevo encargo o ponerme a buen recaudo por si soy el centro de su vigilancia. No había terminado todavía de decidir cuál de las dos cosas hacer cuando Oliverio se despacha diciendo:

–  ¡Venga!. Ya sabéis lo que quiere el Director. Que es para hoy.

–  ¡A la orden! -respondemos mientras nos alejamos de la máquina pensando en los estragos que provoca la sensación de poder en las personas que no tienen autoridad.

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2 comentarios sobre «De técnico avanzado a jefecillo avisador»

  1. Deberíamos aclarar a los que «encargan proyectos» cuáles son los objetivos de verdad. Utilizamos muchas veces a nuestra conveniencia los conceptos. Buen ejemplo. Gracias.

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