¿Tú también tienes un cuñado super guay?

Por: Alejandro Martín – Socio-Director de TDSystem

El cuñado perfecto hoy te mandará un Whatsapp y añadirá al final un “ja ja ja”.

Apenas crucé la puerta lo presentí. Él estaba allí, cerveza en mano. La mesa estaba decorada con los adornos propios de estas fiestas y a la espera de que los comensales ocuparan sus respectivas sillas.

-¡Hola!, -me dijo.

-¿Qué tal? –respondí.

Antes de venir, yo ya me temía algo, ya sabes, acabar sentado junto al cuñadoquelosabetodo y consiguelotodo el primero. La cena empezó un poco más tarde de lo previsto, aunque creo que lo previsto es que empiece tarde. Cosas de estas fechas.

-Vamos, vamos. Tomad asiento –invita la maestra de ceremonias-, sentaos dónde queráis –añade-, aunque todo el mundo tiene claro donde debe sentarse. Cosas de estas fechas, sospecho.

El comienzo es un poco confuso y ruidoso, aunque se va tranquilizando según las bocas se van ocupando y los estómagos llenando. Es una buena noticia, pero también es la señal de que pronto escucharemos:

–    Mirad, he sacado gratis la nueva tableta de Apple. Es brutalmente novedosa y divertida –dice el cuñadoconsiguelotodo.

El cuñadísimo tiene cuarenta años y gustos de adolescente. Es, como diría, de esos que te hacen dudar entre si estás delante de un adulto puerilmente rejuvenecido o de un joven fachenda envejecido.

– Yo me he comprado este enfriador de cerveza –replica el otro cuñado-, ¿verdad mamá? –añade dirigiéndose a su mujer.

Lo de este cuñado no tiene desperdicio, apenas supera los cincuenta, pero le ha dado por ir de papyboomer como dicen los modernos. Es buena persona, simplemente va de padre-abuelo sin nietos y nunca de pareja; ésta ha pasado a llamarse mamá.

– Yo tenía previsto irme a Viena con el grupo –añade la hija single de la familia-, pero al final no coincidíamos todo el grupo en las mismas fechas.

Se la ve suelta y alegre, mucho más que hace media docena de años. Ahora apenas supera los cuarenta, pero desde que descubrió que ser single era una gran cosa dejó de preocuparse por aquello de ¿cuándo te casas? que se te va a pasar el…..

– Nosotros, -siempre habla en primera persona del plural-, teníamos previsto ir a esquiar a Bariloche ¿verdad, cariño?, pero es que ahora se ha puesto imposible de la cantidad de gente que va.

Vaya, lo tenía que soltar, es la típica cuñada que si no pone encima de la mesa sus posibles no se encuentra a gusto. Yo me malicio que nos quiere hacer saber que es una de esas parejas sin hijos que tienen dos sueldos y se lo puede permitir.

-Alfredito, come bien y deja de poner el pie encima en la mesa –grita la mamá al niño que no le hace ni el más mínimo caso.

Con esta el asunto ya es para nota. Se ha propuesto ser la mamá pedagógica en los actos sociales sin percatarse, o sí, de que si la pedagogía se hace de lunes a viernes tal vez la del sábado y domingo no es tan necesaria.

-Pues yo, -me atrevo a decir al toque de la primera campanada de fin de año-, tenía previsto gozar con vuestra compañía y así lo estoy haciendo. Salud y buen año.

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