¿Estudias o teletrabajas?

Por: Mercè Roura Olivan – Directora SAP Litoral de Barcelona – Institut Català de la Salut

El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad. Victor Hugo(1802-1885) Novelista francés.

Muchas veces hemos reflexionado a nivel directivo  respecto a los cambios sociales y laborales que se han producido a lo largo de este tiempo debido principalmente a dos causas:

Una, el incremento de personas con patologías crónicas que requieren una adaptación del lugar de trabajo a su estado de salud.

Estas patologías acostumbran a estar asociadas a la edad. Pero enfermar no es patrimonio sólo de la gente mayor, sino que cada vez más, por factores laborales o personales, todos estamos expuestos a ellas.

Otra, la incorporación de las mujeres al mundo laboral y su repercusión en la conciliación de la vida familiar y laboral. Esto exige también una adaptación del lugar de trabajo a las necesidades de conciliación, que todo sea dicho de paso, no es exclusivamente una necesidad suya, sino que es de toda sociedad.

Adaptar el lugar de trabajo en todas las situaciones no es tarea fácil, pero sí hemos de aprovechar las posibilidades que el teletrabajo nos brinda. Éste posibilita un margen en la organización del trabajo que, sin implicar una reducción horaria, permite una mayor flexibilidad en la realización de aquellas tareas que no exigen presencia física en el centro de trabajo. Las tecnologías, y una orientación a resultados, pueden permitir una mejor conciliación de las necesidades personales y profesionales sin disminuir la cantidad y calidad del trabajo realizado.

Para algunos colectivos con necesidades especiales (movilidad, familia, etc.) el teletrabajo puede ayudar a su inserción laboral y/o a conciliar a la vida laboral y personal sin merma de su aportación a los objetivos de la organización. Por ello, el teletrabajo es una gran oportunidad para mejorar la eficiencia empresarial y social.

A la hora de seleccionar a las personas que han de realizar teletrabajo, los criterios sociales son importantes, pero no son exclusivos. Junto a éstos se han de tomar en consideración aspectos como: el conocimiento de la materia de trabajo, el conocimiento de las TIC, las características psicosociales de la persona, la distancia del domicilio en el centro de trabajo, etc.

Además, teletrabajo, requiere una persona supervisora y la persona tele trabajadora. Ambas han de establecer un proceso para señalar los objetivos a alcanzar, las funciones y tareas concretas a realizar durante el periodo de teletrabajo y evaluar los resultados. Eso supone una relación basada en la confianza y la posibilidad de controlar el trabajo para comprobar su adecuación a los resultados fijados. Para todo ello, han de dotarse de un sistema simple y útil para dirigir, coordinar y evaluar el trabajo por objetivos. Este sistema de seguimiento permite visualizar las cargas de trabajo de la persona tele trabajadora así como de la persona supervisora.

Finalmente, podríamos concluir que el teletrabajo es una gran oportunidad para redefinir procesos de trabajo, mejorar la calidad y promover sistemas de evaluación del rendimiento basados en resultados de acuerdo con el nivel de consecución de objetivos, facilitando simultáneamente una mejor adaptación del lugar de trabajo al profesional con necesidades o problemas de salud.

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