Problemeros, solucionarios y colgados

Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem

«Hay personas que tienen un problema para cada solución». Einstein, A.

La mañana había empezado tranquila. Algunas cuestiones por resolver, pero ninguna entrañaba especial dificultad. Pero, al final, he tenido una de esas reuniones que preferirías que no haber tenido.

Sospecho que tú también habrás tenido alguna vez esa sensación. No obstante, permíteme que te cuente la mía de hoy. Decir que ha sido tensa e improductiva sería aproximarse a la verdad. Pero no por el objetivo o los temas a tratar, si no por la dinámica que se ha generado en ella.

No quiero que pienses que en mi equipo hay mala gente. Cada uno con sus “cositas”, sí; pero bien. No obstante, cuando confluyen todas las “cositas” en una misma reunión, puedes imaginarte el resultado.

Sin dilatarme más, te cuento: la reunión ha comenzado bien, bueno, con los mismos de siempre llegando tarde, pero en cinco minutos todos listos. O sea, el desvarío no ha sido por el inicio, sino por la dinámica generada a posteriori.

Sospecho que adivinarás a qué tipo de dinámica me refiero y acertarás al considerar que es la que se produce cuando la reunión se polariza en dos bandos; mejor dicho, en tres. Ya sabes, los que en todo ven un problema; los que buscan la solución a esos problemas; y un tercer bloque que, sospecho, por su imprescimbilidad no pueden dejar de enviar wasaps o emails. Aunque estos últimos, ¿cómo te diría?, excepto estorbar, nada relevante.

Pero, permíteme que me centre en los dos primeros. Si te parece, comienzo por ese que tiene su memoria episódica un poco perjudicada. Mira, no digo que lo hagan a propósito, sólo que simplemente les funciona para recordar los problemas que sucedieron en el pasado, los que podían haber pasado y no pasaron y los que se imaginaron que sucederían y que no sucedieron. Cariñosamente yo les llamo los problemeros. Son la amígdala del equipo para detectar el peligro si continuamos por la vía que estamos tomando.

No te digo que no venga bien que alguien advierta de optimismos excesivos. Pero debo de reconocer que empiezas la reunión con alegría y la acabas en el duelo más absoluto.

En el otro grupo lo situaría en ese extremo que, sin desestimar la existencia de dificultades y problemas, se centra fundamentalmente en idear formas de resolver aquellas situaciones complicadas o que pueden complicarse. No son ilusos, lo advierto, sino personas que se focalizan en buscar la fórmula o el método para abordar una situación complicada y sacar el máximo partido de ella. Yo en plan afectuoso les llamo los solucionarios. O sea, esas personas que rápidamente se ponen a trabajar en la búsqueda de una solución.

Hoy, como puedes imaginar, han ganado los problemeros. Pero, como lo suyo es la no propuesta, estamos estancados. Los solucionarios están desfondados y los colgados ahí siguen enviando wasaps y email. Estos, ni se han enterado.

¡Por cierto! ¿En qué grupo te sitúas tú?

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