¿Tienes un jefe-colega o un jefe-jefe?

Por: Alejandro Martín – Socio-Director de TDSystem

jefe_colega

Una conversación es un diálogo, no una imposición. Por eso hay tan pocas conversaciones. Truman Capote

Ahora no recuerdo cuando el Jefe se sumó a nosotros en esos primeros momentos de la mañana cuando disfrutamos del café. Lo que sí recuerdo es que vino y dijo:

–   ¿Qué tal? ¿No os importa que os acompañe?

Todos pusimos cara de circunstancias, aunque contestamos:

–   No. ¡Qué va! Es un placer que nos acompañes.

–   Es que me gusta hablar con mi gente y este es el lugar y momento idóneo para ello

El comentario nos halagó y sorprendió en la misma medida. Al principio nos costó soltarnos un poco: los temas eran muy soft y la moderación se imponía. Había veces que, cuando te oías hablar, sonabas como una voz en off. Lo que decías se parecía mucho a una mala traducción de Google a la que se le habían quitado los calificativos. Eso sí. Todo muy polite.

–   Por mí no os cortéis. Yo aquí soy uno más -dijo un día el Jefe convertido en colega cafetero.

A partir de ese momento, los temas fueron más de “hablar por hablar”. Simplemente soltabas tu opinión y no te preocupabas por argumentarla. Eran temas de actualidad en los que la mayoría estaba de acuerdo sin saber bien por qué. Nadie te exigía que entendieras lo que decías, ni tampoco fundamentaras tu opinión. Se trataba de disfrutar de esa pereza mental que da el no pensar en lo que se dice. Viendo esta deriva, el Jefe-colega dijo:

-Podríamos aprovechar este momento matutino para poner en marcha, como le dio por llamar, los “diálogos sobre las cosas” que preocupan a la organización.  Supongo que ni en el café podía sustraerse de su rol de jefe-jefe.

-Sí, claro. Faltaría -respondimos sin demasiado entusiasmo.

A partir de ahora deberíamos abordar temas sesudos, de enjundia. Ese café distendido y banal del que veníamos disfrutando amenazaba con tornarse solemne y torvo.

-Mirad. Yo propongo la mejora de la eficiencia -dijo el Jefe-casi-colega.

-Mejor podríamos empezar con el tema del clima laboral -propuso uno de los cafeteros.

-No. Es prioritario el que yo propongo -sentencia el Jefe-ya-no-tan-colega.

-Es que probablemente el clima laboral sea la causa de la baja eficiencia -argumenta el cafetero.

-Yo no lo creo así. Empezaremos por el que he propuesto -sentencia el jefe-ya-solo-jefe.

-Bueno, vale -respondimos al unísono mientras pensábamos aquello de “no es por no ir, si hay que ir se va, pero ir pa’ná es tontería”.

Así planteado el “diálogo sobre las cosas” se parece más a un combate que a una búsqueda.  Para el jefe, tener criterio es mantenerse irreductible, no cambiar de opinión. Dialogar bien implicará ganar al otro. Darle la razón supondría una pérdida de prestigio. Y, claro, un jefe-jefe, aunque sea tomando el café, si ha de elegir entre el prestigio de la autoridad y el poder, siempre se decantará por este último.

Print Friendly, PDF & Email

1 comentario sobre «¿Tienes un jefe-colega o un jefe-jefe?»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*