¿Héroe o mártir? El narcisismo de la culpa

Por: Alejandro Martin – Socio Director de TDSystem

Tan poderoso es el narcisismo que si no le dejan atribuirse el mérito de la victoria se atribuye el de la derrota. Finkielkraut, A.

 – Diga, diga. ¡Ah! Hola. ¿Qué tal? Hacía tiempo que no hablábamos. Ya sé que te debía la llamada, pero he estado muy ocupado. Hace poco me han nombrado jefe. Y, ya sabes, a más jefe, menos tiempo para hacer cosas.

– Que ¿qué tal es el equipo? Te diría que son buena gente. Aunque uno de ellos es un poco especial, otro bastante particular, el tercero no sé cómo catalogarlo y el más joven un “perro verde”. Como ves, una joyita.

– ¿El ambiente? Bien, buen rollete con algún que otro momento crítico. Como te puedes imaginar, más sensibilidad para los derechos que para las obligaciones. Vamos, un clásico: “mucha piel fina y poco compromiso”.

– Que ¿por qué te digo eso? Creo que porque esta semana no han salido bien las cosas. Bueno, no han salido. Por aquello de “que si tú, que si yo”, y, al final, las cosas sin hacer.

– ¡Qué tal vez sea más exigente que autoexigente! ¿eso piensas? ¡Qué echo las culpas a los demás cuando no salen las cosas! ¿eso crees que hago? Con amigos como tú no hacen falta enemigos

– Vale, vale, de acuerdo. Lo acepto si tú me lo dices, me conoces mejor que nadie. Y, como bien indicas, la responsabilidad final de lo que pase es mía. Cosas de ser jefe, supongo.

– Claro, claro. Lo mínimo que debo hacer es asumir la culpa. Pero cuesta. Ya te digo yo que cuesta.

– ¡Qué sí! Que tienes razón. No importa que algunos sean raritos y a otros no haya forma de catalogarlos. El buen jefe es el que hace buena música con instrumentos modestos, y mi música últimamente no está sonando bien.

– Perfecto, decidido. Mira, iré y les diré públicamente: “perdonadme por….. Yo soy el culpable de todo. Lo siento. Asumo todos los errores. Si buscáis a alguien que deba pagar las consecuencias, ese soy yo.

– ¡Qué ahora sobreactúo!, ¡Qué ser el responsable último de lo que sucede, no me convierte necesariamente en el culpable de todo! No me digas eso ahora que le estaba cogiendo el gustazo al papel de víctima.

–    Si, de acuerdo, tal vez haya cierta sobreactuación, pero es que vas lo sueltas todo y te embarga un no sé qué. Nunca me habría imaginado que el papel de héroe-caido-martir-emergente provocara ese subidón. No hay como ir de jefe-que-se-hace-cargo-de-todo ¡Qué maravilla!

–   Si, sí. No me pasaré. Hablaré con el equipo y seguro que se solventa el tema. Venga, adiós y gracias por tus consejos. Hasta otra.

Cuelgo y me asalta una duda, ¿qué es más narcisista: no admitir ninguna culpa de lo que sucede o reclamarla toda para uno? Tú ¿qué opinas?

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1 comentario sobre «¿Héroe o mártir? El narcisismo de la culpa»

  1. Es un retrato perfecto de lo que suele ocurrir cuando te haces cargo de una nueva responsabilidad, en mayor o menor medida y aunque seas consciente de ello suele suceder que hacemos de héroe o mártir, creo que todo depende del equipo que te encuentras, pero al principio es inevitable, evidentemente la experiencia te suele dar la solución, también los consejos y comentarios de otros compañeros. Aunque no sirva de mucho yo he vivido las dos situaciones.

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